Con tantas crisis superpuestas, y en medio de una guerra de creencias. ¿Cuánta mentira es demasiada? ¿Cuánto odio es tolerable?
Vienen más tormentas y las jornadas pueden ser violentas. Pero es el mundo el que nos jugamos. Nuestra tierra en la que estamos.
No es clasificar quienes son malos y destruir al adversario. El egoísmo es ya instinto de conservación. Y lo demás, sólo es quién tiene más.
En este contexto utilitario, ver por el otro es una pequeña rebelión. La resistencia se encarna en batallas cotidianas: algo ganamos en cada decisión correcta.
No se trata de ser amigo del amigo, pues ya tenemos a los nuestros. Es el distante el que me clama, con quien debo hacer nosotros. Porque el mundo es de todos.
En la mirada del otro está mi reflejo, él es el lugar donde yo me encuentro. Que sólo con distintos puedo ver más lejos. Y ser más completo.
La clave es siempre saber que el mundo es más de lo que ahora puedo ver. Y que sólo sin prejuicios podemos re-conocer. Lo que somos ya, lo que podemos ser.
Superar el miedo es fácil cuando vas con compañía. Por eso sin recelos ni complejos busca la mirada del otro. Qué ahí te encuentras.
Sobre el Manifiesto: Al iniciar cada año publicamos un manifiesto de acuerdo a la situación geopolítica y lo que creemos que nos hace falta para continuar reduciendo las brechas que nos separan como seres humanos y nos impiden ser comunidad. Es también la base para desarrollar el concepto creativo y la imagen del festival de cada año.